En
cuanto a las personas geniales asociadas con la cultura se puede citar un gran número
de individuos polacos. Una de las mujeres cruciales, en nuestra opinión, es
Martyna Wojciechowska. Generalmente esta conocida por su programa “Kobieta na
krańcu świata” en el cual muestra sus viajes alrededor del mundo.
El objeto principal de su proyecto es
presentar la vida diaria y los costumbres de mujeres en cada continente. Sus reportajes
atañen lugares lejanos, sin embargo, los más importante no es el país que
visita, sino la historia de la heroína. Su programa ya tiene más de 70
episodios, que significa más de 70 varias mujeres de los diferentes lugares del
mundo. Gracias a sus reportajes tenemos la oportunidad de observar los
problemas diarios de la vida de una geisha de Kioto, de una mujer de Nepal que
tiene tres maridos, de una matadora de México o de una maestra de kung-fu de
Shaolin. Martyna es una mujer muy valiente que no tiene miedo de visitar los
lugares más peligrosos para mostrar la dura situación de las mujeres en algunos
países.
Toda la gente de Polonia la percibe como la mujer inflexible, con
abnegación para alcanzar su objetivo. Por otra parte, no todos saben que tiene
corazón de oro y que da mucho apoyo a varias asociaciones caritativas. Una de
estas asociaciones es "Na ratunek" que se dedica a ayudar a los niños
con cáncer. Dale su apoyo desde muchos años en medias para recoger los fondos
para crear la más moderna clínica en Polonia. Como dice, no podía creer que los
niños están curados en condiciones tan malas, pues decidió juntar a la
actividad por su fe en la fuerza y coraje de los niños. Su compromiso no se
limita solo para conceder su apariencia. La viajera con mucho gusto visita a
los pacientes, se encuentra con los niños, les cuenta sobre su trabajo y viajes
y muchas veces les da regalos pequeños. Uno de más emocionantes hechos fue el Concierto
de Fe en el año 2016 cuando Martyna dio a subasta de caridad la escultura de
Ganesha, o sea el dios hindi de la suerte. Se separaba de ella con un peso en
el corazón, pero la cantidad que logró la escultura endulzó la separación dura.